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Arelis Uribe tiene 29 años, es periodista de la Universidad de Santiago y Magíster en Comunicación Política por la Universidad de Chile, tiene dos libros publicados por editoriales independientes, uno de cuentos y otro de columnas, y está trabajando en un tercero, que saldrá por Editorial Planeta. Sumado a eso, cuenta con una vasta experiencia escribiendo columnas de opinión en diarios digitales como El Dínamo, es miembro del Observatorio Contra el Acoso Callejero y recientemente dejó su cargo en Educación 2020 para ir a trabajar al comando de campaña de Beatriz Sánchez.

¿Dirías que el periodismo que se hace en los medios de comunicación tradicionales en Chile es machista? ¿Reproducen ese discurso?

Creo que sí, es machista pero porque todos somos machistas.

¿Tú también lo eres?

Yo también. Siempre digo que declararse feminista no es como meterse a la ducha, sacarse el barro y estar limpia. Es darte cuenta de que tú creciste en esta sociedad, y si no te cuestionas el sentido común, y como las cosas siguen un curso natural de orden, nunca vas a poder detener ese curso. Entonces tienes que revisarte a ti misma, revisar al resto y revisar el entorno para hacer análisis crítico. En los medios pasa lo mismo, hay machismo como hay machismo en todos lados.

¿Y en qué se refleja hoy?

Son muy androcentristas. Hay fútbol el domingo, y el 90% de los contenidos del lunes es fútbol, hecho por hombres. Hace poco fue la copa de fútbol femenino, y Chile le ganó a Perú 12-0 ¿Cuándo la selección masculina le ha ganado a un equipo así? Es súper épico, y tuvo un recuadro enano, porque los logros de las mujeres no son logros, ¿Cachay? Entonces, el espacio simbólico y material que ocupan los hombres, es tremendo, y a mí me interesa develar ese tipo de cosas.

¿Lo has hecho fuera de la escritura? ¿Develar esas cosas?

Sí, en el Observatorio Contra el Acoso Callejero corregimos titulares, y hace poco había uno en LUN sobre un grupo de chilenas deportistas que decía: “Lolitas viajan a Emiratos”, o algo así. Y las cosas que les preguntaban eran del tipo: “¿Qué opina tu pololo del viaje?”“¿Te preocupa la ropa, el hecho de tener que taparte con un velo?” Ese tipo de preguntas, respecto del cuerpo, y de su relación con un hombre. Y la noticia, el contenido, si tú la leías, era que ellas firmaban contrato. Al final la cuña era como “No nos importa si tenemos que cambiarnos de ropa…” y el titular debió haber sido que fueron fichadas, ¡Esa es la noticia! Pero en este tono “magacinezco” que lleva LUN pasan esas cosas. ¿Por qué de nuevo ser mujer tiene que estar remitido a cómo te vistes? o ¿Por qué dicen “lolita” en diminutivo, si son mujeres, y en el fútbol los hombres son los “gladiadores”? Ese tipo de cosas hay que develar, porque van construyendo realidades y van estereotipando a las mujeres.

¿Y estos análisis han seguido a una acción más concreta?

Alguna vez hemos avisado. Una vez llamamos a Cooperativa y preguntamos “alguien conoce al periodista que escribió tal nota, avísenle que eso no se hace, y que vamos a salir a denunciar que son actos que no corresponden”. En el caso de LUN, tenemos una sección que se llama algo así como “Usted Dígalo bien “, donde pescamos el titular de un diario y lo photoshopeamos, y ponemos el titular con perspectiva de género, o uno que trata a las jugadoras como gladiadoras, que es lo que son.

¿Crees que es importante que los medios reivindiquen el concepto de feminismo o la lucha que propone?

Yo creo que lo que tienen que hacer los medios es respetar los tratados internacionales. Si los medios quieren ser una institución más en este juego de instituciones, chuta, hay instituciones internacionales que dicen lo que se debe y no se debe hacer, y la idea es que los medios no reproduzcan la misoginia, el odio, y lo hacen. O sea, ese titular del anticucho es odiosísimo: fue la noticia de La Cuarta que salió en portada, sobre un hombre que mató a su pareja atravezándole un fierro en el pecho y decía “Hizo anticucho de polola” ¡Es horrible! Por muchas razones, y no sé cuál es el fin informativo, es más el morbo y el poco cuidado con la vida de una persona. Hay muchos autores que dicen lo mismo. Kapuscinski dice todo el tiempo: “estás hablando de la vida de una persona”, date cuenta de que lo que tú escribes va a contribuir a la caracterización de esa persona para los demás, es como tú presentas a alguien hacia los demás. Entonces, ¿De verdad quieres presentar a una mujer como si fuera un anticucho? ¿Eso es lo que quieres hacer con esa portada? No entiendo ese sentido del humor, de verdad no lo entiendo.

¿Has visto en la calle, en los espacios públicos, que ha habido un empoderamiento de parte de las mujeres respecto del acoso sexual o su rol en la sociedad?

Yo creo que no. Es que los cambios son lentos. Hay conciencia, pero es súper difícil que el mundo ideal se concrete en tu vida diaria, en distintos aspectos. Por ejemplo, me encantaría que uno pudiera viajar en micro o metro menos apretado, y es muy probable que Metro esté trabajando en estrategias para que eso ocurra, para descongestionar, pero de ahí a que eso se haga práctico, va a pasar mucho tiempo. Entonces sí, las marchas de Ni Una Menos se llenaron, en 2011 hubo medio millón de personas en el parque O’Higgins pidiendo educación pública gratuita y de calidad, pero han pasado seis años y estamos recién viendo los cambios que se discutieron como política pública para que se empiecen a implementar, y quizás vamos a ver esos cambios en diez años más, es lento. Lo que pide la calle o la vanguardia, el anhelo de utopía que cada una de las personas tiene, para que se haga carne, pasa mucho rato y muy probablemente entre la aplicación de cómo el gobierno, finalmente, lleva a cabo el sueño de las masas o de los intelectuales o de la sociedad civil, también hay una brecha.

¿Qué podemos hacer nosotras como mujeres, como periodistas, como escritoras, en tu caso, como ciudadanas, para ayudar en estos cambios?

Si te interesa el tema, hacerle seguimiento. Yo de verdad creo mucho en la sociedad civil como un actor que acompaña los cambios desde la expertiz: “Hemos estudiado mucho este tema, lo hemos estudiado mucho más que tú como Estado, como gobierno, como administración, escúchanos porque de verdad sabemos cómo se hace esto, confía en nosotros”. De verdad creo en la incidencia de la sociedad civil.